Desapariciones, Torturas, muertes... los años de la dictadura no pasaron de largo por esta zona (City Bell, Gonnet, Villa Elisa). Esta afirmación no responde a recopilaciones de datos ni a la sistematización de información histórica, sino a lo que en forma aislada pero de buena fuente, vamos recibiendo.
Existen algunos registros de personas desaparecidas en la zona, comentarios de fusilamientos que tuvieron lugar en calles que transitamos sin reparar en espacios que guardan en alguna porción del tiempo, los registros del horror.
Pero vale la pregunta ¿Es casual que no exista una reconstrucción histórica de lo ocurrido?
La respuesta, quizá, solo sea una aproximación a entendernos como sociedad y a repensarnos como comunidad. Talvez en esa pregunta esté escondida la MEMORIA, la AUTOCRÍTICA y seguramente el RECONOCIMIENTO a quienes comprometieron sus ideales hasta el punto de dar sus vidas por ellos.
No hay memoria sin reconstrucción histórica; cómo recordar lo que no sabemos; cómo afirmar aquello que no nos hemos empeñado en desentrañar; cómo hacer valer la condena social si muchos de los “respetables” vecinos de nuestros barrios, fueron torturadores o integraron las patotas que, en forma sistemática y premeditada, secuestraron a opositores políticos; qué decir del Batallón de Telecomunicaciones 601 o de la Casona del actual “Parque Ecológico”; algunos comentarios mencionan que allí funcionaron centros clandestinos de detención.
Como agrupación sentimos la necesidad de reconstruir esta historia... y así ya nunca más pasaremos por las calles, las casas, los centros clandestinos de detención, sin recordar que el terror estuvo aquí; ya nunca más respetaremos a los torturadores y sus cómplices... y por fin tendremos MEMORIA.
Existen algunos registros de personas desaparecidas en la zona, comentarios de fusilamientos que tuvieron lugar en calles que transitamos sin reparar en espacios que guardan en alguna porción del tiempo, los registros del horror.
Pero vale la pregunta ¿Es casual que no exista una reconstrucción histórica de lo ocurrido?
La respuesta, quizá, solo sea una aproximación a entendernos como sociedad y a repensarnos como comunidad. Talvez en esa pregunta esté escondida la MEMORIA, la AUTOCRÍTICA y seguramente el RECONOCIMIENTO a quienes comprometieron sus ideales hasta el punto de dar sus vidas por ellos.
No hay memoria sin reconstrucción histórica; cómo recordar lo que no sabemos; cómo afirmar aquello que no nos hemos empeñado en desentrañar; cómo hacer valer la condena social si muchos de los “respetables” vecinos de nuestros barrios, fueron torturadores o integraron las patotas que, en forma sistemática y premeditada, secuestraron a opositores políticos; qué decir del Batallón de Telecomunicaciones 601 o de la Casona del actual “Parque Ecológico”; algunos comentarios mencionan que allí funcionaron centros clandestinos de detención.
Como agrupación sentimos la necesidad de reconstruir esta historia... y así ya nunca más pasaremos por las calles, las casas, los centros clandestinos de detención, sin recordar que el terror estuvo aquí; ya nunca más respetaremos a los torturadores y sus cómplices... y por fin tendremos MEMORIA.
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